
DOMINGO XX DEL TIEMPO ORDINARIO
(17 de Agosto de 2025)
Semana de preparación: Lunes 11 al Sábado 19 de Agosto de 2025

AMBIENTACIÓN E INVOCACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO
a. Saludo y acogida…
b. Signo: Sobre una mesa colocar un atril con la Palabra de Dios, un crucifijo, un cirio encendido,un corazón ardiente con una cruz, y la imagen de la Virgen María.
c. Canto inicial…
d. Oración de invocación del Espíritu Santo...
e. Testimonio de vida…
1. LECTURA: ¿Qué dicen los textos?
Lectura del libro de Jeremías 38, 4-6. 8-10
En aquellos días, los dignatarios dijeron al rey: «Hay que condenar a muerte a ese hombre, pues, con semejantes discursos, está desmoralizando a los soldados que quedan en la ciudad y al resto de la gente. Ese hombre no busca el bien del pueblo, sino su desgracia».
Respondió el rey Sedecías: «Ahí lo tienen, en sus manos. Nada puedo hacer yo contra ustedes».
Ellos se apoderaron de Jeremías y lo metieron en el aljibe de Malaquías, príncipe real, en el patio de la guardia, descolgándolo con sogas. Jeremías se hundió en el lodo del fondo, pues el aljibe no tenía agua. Ebedmélec abandonó el palacio, fue al rey y le dijo: «Mi rey y señor, esos hombres han tratado injustamente al profeta Jeremías al arrojarlo al aljibe, donde sin duda morirá de hambre, pues no queda pan en la ciudad».
Entonces el rey ordenó a Ebedmélec el cusita: «Toma tres hombres a tu mando y sacad al profeta Jeremías del aljibe antes de que muera».
Palabra de Dios
Salmo responsorial 39, 2. 3. 4. 18
R. Señor, date prisa en socorrerme
Yo esperaba con ansia al Señor;
él se inclinó y escuchó mi grito. R.
Me levantó de la fosa fatal,
de la charca fangosa;
afianzó mis pies sobre roca,
y aseguró mis pasos. R.
Me puso en la boca un cántico nuevo,
un himno a nuestro Dios.
Muchos, al verlo, quedaron sobrecogidos
y confiaron en el Señor. R.
Yo soy pobre y desgraciado,
pero el Señor cuida de mí;
tú eres mi auxilio y mi liberación:
Dios mío, no tardes. R.
Lectura de la carta Hebreos 12, 1-4a
Hermanos:
Teniendo una nube tan ingente de testigos, corramos, con constancia, en la carrera que nos toca, renunciando a todo lo que nos estorba y al pecado que nos asedia, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe, Jesús, quien, en lugar del gozo inmediato, soportó la cruz, despreciando la ignominia, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.
Recuerden al que soportó tal oposición de los pecadores, y no se cansen ni pierdan el ánimo. Todavía no han llegado a la sangre en su pelea contra el pecado.
Palabra de Dios
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 49-53
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo!
Con un bautismo tengo que ser bautizado, ¡y qué angustia sufro hasta que se cumpla!
¿Piensan que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división.
Desde ahora estarán divididos cinco en una casa: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra».
Palabra del Señor
2. MEDITACIÓN: ¿Qué me (nos) dicen los textos?
“He venido a prender fuego en la tierra; ¡cuánto desearía que ya estuviera ardiendo!” Menciona que su misión traerá divisiones entre personas y familias. Esto puede parecer un mensaje duro, pero es importante entender el contexto y la profundidad de lo que Jesús está comunicando.
El "fuego" que Jesús menciona simboliza la transformación y la purificación que trae el evangelio. Este fuego no es destructivo en su esencia, sino que tiene el propósito de purificar, iluminar y renovar. Jesús quiere que este fuego arda en nuestros corazones, transformando nuestras vidas y llevándonos a una nueva forma de vivir basada en el amor y la justicia. Este fuego del Espíritu Santo tiene el poder de cambiar nuestras prioridades y nuestros valores, desafiando lo que no está en armonía con el Reino de Dios.
Jesús también habla de las divisiones que surgirán debido a su mensaje. El evangelio confronta y desafía las normas y expectativas sociales, lo que puede llevar a conflictos y divisiones incluso entre los seres más queridos. Esta división no es el objetivo en sí mismo, sino una consecuencia de la verdad radical del mensaje de Jesús. Nos desafía a reflexionar sobre nuestra disposición a seguir a Cristo incluso cuando esto implique desacuerdos y tensiones en nuestras relaciones y en nuestra vida cotidiana.
En nuestra meditación, se nos invita a abrir nuestros corazones al fuego del Espíritu que Jesús desea encender. Permítete ser transformado por el evangelio, aunque esto pueda significar un desafío para nuestras formas establecidas de pensar y vivir. Reconoce y acepta las áreas de tu vida que necesitan ser purificadas y renovadas.
3. CONTEMPLACIÓN: ¿Qué se me (nos) permite ver, del Padre por medio de Jesús en el Espíritu Santo y la realidad, a partir de los textos?
4. ORACIÓN: ¿Qué me (nos) hacen decir los textos?
Señor Jesús, te damos gracias por el fuego del Espíritu que has traído a nuestras vidas. Queremos abrir nuestros corazones a tu fuego purificador y renovador, confiando en que nos transformarás y nos llevarás más cerca de ti. Ayúdanos a enfrentar las divisiones y los desafíos que surgen al seguirte con valentía y amor. Amén.
5. ACCIÓN: ¿A qué me (nos) compromete el texto?
PARA CONCLUIR…
